Hoy en día, escuchamos el término nutrición en todos lados, pero ¿sabemos lo que significa? La Organización Mundial de la Salud la define como la ingesta de alimentos en relación con las necesidades dietéticas del organismo. La nutrición es uno de los pilares de la salud que puede reforzar nuestro sistema inmune, siempre y cuando los hábitos alimenticios sean adecuados. 

Aunque cada vez existe más información sobre cómo alimentarse, la obesidad y la desnutrición siguen siendo un tema de salud pública. Las enfermedades causadas por una mala alimentación están presentes en la vida de muchos niños y adolescentes; por este motivo, la nutrición es tan importante desde que somos pequeños.

Para inculcar buenos hábitos alimenticios en tus pequeños debes poner en práctica estas 6 normas básicas:

1) Empieza pronto. Los gustos, desagrados y preferencias relacionados con la alimentación se empiezan a desarrollar desde la lactancia. Por ello, ya que tu hijo esté consumiendo sólidos, empieza a ofrecerle un amplio abanico de alimentos.

2)  Recuerda que tú tienes el control. Los padres son quienes deciden qué alimentos entran en su casa y cuándo se sirven, aunque los niños también deben tener voz y voto en el asunto. De los alimentos que ofrezcas a tus hijos, déjales elegir y permíteles comer hasta que sacien su apetito. Es importante que los niños aprendan a escuchar a su cuerpo para saber cuándo han comido suficiente. Si desde pequeños aprendemos a reconocer la sensación de saciedad, es probable que aprendamos a comer sólo lo suficiente.

3) Educa con el ejemplo. Ésa es la mejor forma de enseñar buenos hábitos alimenticios: come en la mesa, consume una amplia variedad de alimentos, no te saltes comidas, prueba nuevos platillos, cocina más en casa y, sobre todo, haz de la hora de la comida un momento muy agradable.

4) Rediseña el menú infantil. Invita a tus hijos a probar cosas nuevas, recuerda que todos podemos educar nuestras papilas gustativas continuamente. Al tener variedad en nuestra alimentación, logramos obtener diferentes nutrientes. Prepara platillos nuevos y acompáñalos de alimentos que ellos ya conozcan, de esa manera lograrás mayor aceptación.

5) Encuentra mejores formas de recompensar a tu hijo. Intenta mantener una actitud neutra hacia la comida. Los alimentos deben ser lo que son: un vehículo para nutrirnos.  Cuando el postre se convierte en el premio por haber comido bien, es normal que los niños den más valor al postre que a los vegetales. Además, cuando se utiliza la comida para recompensar al niño, él puede empezar a utilizarla como mecanismo para afrontar el estrés u otras emociones negativas. En vez de recompensar a tu hijo con sus comidas preferidas, dedícale más tiempo de calidad, abrázalo o juega con él.

6)  Cocina más en casa e involucra a los chicos. Cuando los niños conocen, tocan, huelen y preparan alimentos, empiezan a sentirse mucho más familiarizados con éstos y les empieza a gustar lo que preparan, porque lo valoran. Además, la cocina es la plataforma ideal para aprender de todo, desde matemáticas, hasta química de los alimentos.

Ahora ya lo sabes, tú puedes lograr que la alimentación de tu familia sea tu mejor herramienta para influenciar positivamente su salud de tus hijos desde temprana edad.

 

Ariane Elizalde / Maestría en Ciencias y Nutrición Clínica 


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